Las incógnitas
La gran incógnita, por el momento, es lo que pueda suceder con el ministerio de Economía, cargo para el cual se menciona a Martín Guzman (un tapado que escaló durante las últimas semanas) y a Mercedes Marcó del Pont (“cristinista” y ex titular del Banco Central). Durante las últimas horas también trascendió el nombre de Martín Abeles, director de la oficina de la CEPAL en Buenos Aires. Por otra parte, Matías Kulfas (un albertista puro, miembro del ascendente Grupo Callao) quedaría a cargo de Producción.
La segunda gran incógnita es si hoy también será finalmente develado el nombre de quien conducirá la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), una oficina en la cual los presidentes habitualmente sientan a un hombre de extrema confianza y cuyo destino fue objeto de innumerables versiones en las últimas jornadas. Se habla de una reestructuración, que contemplaría una división en varias áreas, aunque esta decisión podría quedar postergada para el año próximo.
El mandatario electo anticipó que el anuncio final de su gabinete, al margen de los nombres que ya trascendieron, puede contener alguna sorpresa. Y no se descarta que sea por el lado de la economía, un área de fundamental importancia para todo presidente, pero muy especialmente para él.
La economía, junto a la renegociación de la deuda, es la principal urgencia que Alberto Fernández avizora en el futuro inmediato. Su éxito (o su fracaso) económico determinará además el grado de su auténtico poder en el marco de la coalición gobernante.
Dicho de otro modo, la figura política del nuevo presidente crecerá a la par del crecimiento económico o se estancará con él. Ningún otro tema importa hoy tanto en el ranking de expectativas sociales. Por eso el factor gravitante que supone el nombre que se conocerá hoy para manejar el área.
El nuevo mapa del poder
Lo que es seguro es que este primer gabinete de Alberto representará el equilibro de fuerzas dentro del nuevo oficialismo, marcado por una alta influencia de la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.
La ex presidenta, que ya controla personalmente el Senado nacional, tendría directa injerencia en las designaciones correspondientes a áreas estratégicas como Seguridad (¿Sabina Frederic?), Agricultura (¿Luis Basterra?), ANSES (¿Alejandro Vanoli?), PAMI (¿Luana Volnovich?) y Diversidad (¿Elizabeth Gómez Alcorta?).
Por otra parte, no se descarta que su opinión sea decisiva en la elección del nuevo Procurador del Tesoro, donde podría desembarcar Carlos Zannini.
Mientras tanto, Sergio Massa estaría recompensado con la designación de Mario Meoni como ministro de Transporte y en la de su esposa, Malena Galmarini, como posible titular de AYSA.
Tras el anuncio de su gabinete, Fernández brindará una conferencia de prensa, la primera desde que fue electo presidente de la nación.
Luego será el momento de empezar a redondear la letra chica de las primeras medidas, como un plan de “navidad feliz” para sectores populares y jubilados, inyección de efectivo en el bolsillo de la gente por medio de aumentos salariales consensuados entre gremios y empresarios, y créditos a tasa reducida, por debajo de la inflación. Además, el nuevo equipo económico tendrá a su cargo la redacción del presupuesto 2020, que será inmediatamente enviado al congreso para su rápida aprobación.